Blog del Sitio Ajedrez por Aguascalientes

lunes, 30 de marzo de 2009

Curso científico de ajedrez


INTRODUCCION

El ajedrez es más difícil de lo que a primera vista pudiera parecer; tanto es así, que para llegar a ser un maestro en la materia no es suficiente poseer una buena memoria, tener sentido común y saber algunos trucos, como ocurre con los juegos de naipes. Todas estas condiciones que se adquieren con la experiencia no llegan a determinar al ajedrecista de talento, el cual precisa, además, de un estudio profundo del juego, efectuado científicamente.

Para llegar a la ciencia del ajedrez resulta necesario una edificación con tres estadios perfectamente definidos. El primero es de tipo empírico, y en él se almacenan los conocimientos adquiridos exclusivamente por la experiencia. El segundo estadio está destinado a la ordenación y clasificación de los conocimientos acumulados. Como es lógico, éste trabajo presenta grandes dificultades que orillar, ya que no se circunscribe a los resultados concretos del primer estadio, sino que señala diversidad de caminos, entre los cuales el rumbo a elegir es eminentemente personal. Toda clasificación para ser reputada de aceptable debe agrupar los datos que tengan un parecido esencial y no una simple semejanza superficial. Un ejemplo muy conocido de mala clasificación es la llevada a cabo en botánica por Linneo, el cual reunió las plantas según la cantidad de pétalos y estambres, con lo que estableció grupos científicamente desiguales, separando otras plantas que por sus cualidades esenciales pertenecían a una misma familia.

El tercer estadio de la ciencia se basa en la clasificación y está proyectado al estudio de las leyes que deben regir los datos reunidos.

Existe una gran cantidad de libros con el título “Teoría de las aperturas”, pero se plantea el siguiente interrogante: ¿Se trata de una verdadera teoría en el sentido científico? A esto respondo: De ninguna manera. Ello corresponde exclusivamente al primer estadio, es decir, a la fase empírica, porque sólo se trata de los comienzos de partidas de maestros y de los análisis a que han dado lugar, son meros resultados de experimentos realizados sobre el tablero para hallar las jugadas óptimas.

Si sometemos estos tratados de “Teoría de las aperturas” al segundo estadio, puede uno suponer que la clasificación ha sido ya realizada puesto que se ven filas de aperturas con nombres eufónicos, tales como apertura Ruy-López, gambito de dama, etcétera. Pero en realidad esa clasificación no tiene ningún carácter científico, sino que se trata de una agrupación parecida al sistema de Linneo, ya mencionado, cuya base es la semejanza superficial y no el espíritu del planteo. El parecido superficial de las dos o tres primeras jugadas dan nombre a la apertura y esto es puramente accidental, como puede comprobarse por el hecho de que con diferentes aperturas puede llegarse a una misma posición, como igualmente una misma apertura conduce a caminos bien distintos.

Fácilmente puede comprobarse como se consigue el ataque Max Lange partiendo de cuatro aperturas diferentes: Escocesa, Giuoco piano, defensa de los dos caballos y gambito del centro. Y, de otro lado, posiciones de espíritu opuesto, como el ataque Moller y el Giuoco pianissimo, tiene su origen en la misma apertura.

Este tercer estadio es una auténtica teoría científica que dicta reglas generales y, sin embargo, no se encuentra en los tratados ajedrecísticos, salvo rarísimas excepciones, como en las obras del doctor Tarrasch, y aun así estos conocimientos se hallan dispersos, salpicando los comentarios a sus partidas, sin constituir una unidad doctrinal metódica y razonada. De donde se deduce que existe un gran vacío para un libro que constituya la verdadera teoría científica del ajedrez.

Los jugadores que han adquirido profundos conocimientos de este juego, llegando a ser maestros, no han escrito la obra precisa porque no es fácil encontrar un módulo esquemático ejemplar, y también porque temieron dar a conocer las armas que más tarde se volverían contra ellos.

Es posible que resulte dudosa la posibilidad de establecer formas generales a la teoría del ajedrez puesto que, al contrario que en matemáticas, donde las leyes son precisas y aplicables en cualquier caso, en ajedrez se observa que en determinadas ocasiones se llega a la victoria vulnerando estos principios. Por ejemplo: la regla general dice que la dama vale más que el caballo, y sin embargo, hay posiciones donde se gana cambiando la dama por el caballo. Esto demuestra que las leyes generales en ajedrez no son absolutas, pero su utilidad es innegable porque si un jugador, desconociendo dicha regla, tuviera que reflexionar en cada posición si la dama es superior al caballo, no llegaría jamás a jugar bien. Este ejemplo trivial puede ser generalizado con las demás reglas generales del ajedrez.

Pese a que la aplicación de los principios fundamentales no son absolutos en la práctica, su conocimiento es indispensable a todo aficionado que desee alcanzar alguna categoría superior, y las excepciones de estas leyes son el incentivo para ir perfeccionando la teoría científica.

R. RETI

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y si voy al abierto, no puedo ir a Metepec?

Anónimo dijo...

No, no se puede ir a Metepec, la convocatoria no dice torneo abierto y como el comitee organizador es quien sustenta el hospedaje y alimentacion pues seguramente ha de ser por algo

Anónimo dijo...

yo quiero ir Metepec y si no me llevan de la manita le voy adecir a mi mamá

Anónimo dijo...

aparte si quieres asistir, pues debes tener dinero para estar 2 semanas el ajedrez a ese nivel no es para cualquier persona hay que contribuir para ver que queremos que el ajedrez nos de.. asi que si no tienes para mantenerte 2 semanas (en caso de que este invitado al de metepec)no vayas
saludos!

Anónimo dijo...

es que el dinero nomas va para gongora y para los amigos del señor presidente

Anónimo dijo...

eso de los apoyos... deja mucho que pensar, pero eso de "amigos del señor presidente"

te reto a que menciones tres "amigos" con o sin apoyos.