Algo que me sorprendió fue que Rafael comentó que prefería jugar en el tercer tablero, argumentando que Luis tiene mejor repertorio de aperturas que él y jugar ante una oposición mayor le daba más oportunidades de buscar una norma de GM y adquirir más experiencia, además que por su juventud podría sentirse más motivado. Yo no concuerdo con esta actitud, ya que en lo personal preferiría jugar en el primer tablero aunque perdiera todas la partidas -y luego me tiraran hasta con la cubeta llegando a casa-, pero claro que el hombre con experiencia es Rafael.
Las propuestas fueron aceptadas por todos y finalmente se inscribió la alineación definitiva con Gilberto en el tablero 1, Luis en el 2, Rafael en el 3, yo en el 4 y Uriel en el 5.
““Vamos contra Grecia, Góngora”, “tiene el 90% de probabilidad de que pierda”, “póngase sólido”, “coma pescado maestro, es lo que marcó el salto del neandertal”, “No vinimos a ganar la Olimpiada”…
Me dije a mi mismo: “Mi mismo: No vine hasta Dresden para ponerme sólido, ni de vacaciones aunque pueda amedrentarme la expectativa. Vine por la medalla de oro”. Esa fue mi mentalidad todo el tiempo.
La triste realidad es que no estaba al nivel técnico de la exigencia que imponía el evento, “y aquí sigo, de pie como un árbol”. –ya veremos las partidas.
Perdimos con Grecia 4 -0, preparaba el movimiento del caballo y sentí como si me cayera un vaso con agua fría en la espalda, cielos, realmente me cayo un vaso con agua fría en la espalda, ¿Qué iba a jugar? Perdí un peón y luego Banikas me atacó hasta casi matarme.
Con Nicaragua empatamos 2-2, después de un bonito Axh7+ se me fueron las cabras y no pude aprovechar un peón de ventaja contra Picado, y estuve a punto de perder un final que por obra y gracia de mi adversario terminó en tablas.
Contra Iran –extraño el suizo- puro GM pero “echable”, salí un poco mal de la apertura pero conseguí una sólida posición en el medio juego con alguna ventaja, sin embargo, un descuido me costó un peón valiosísimo que da por el suelo con lo antes conseguido. Mahjoob no tardó en aprovechar la oportunidad.
¿Cuál es la excusa? Gracias por preguntar. El cambio de horario empieza a hacer estragos conmigo, de repente me despierto a las 2 de la mañana y no puedo volver a dormir en varias horas. A las 6 de la tarde ya estoy cansado.
-Un descuido, no me puedo permitir ningún descuido.
Gilberto llega el día de la ronda 4 un par de horas antes de que inicie la partida, por lo que se decide no alinearlo hasta la ronda 5, además considerando al adversario, no es tan malo.
Contra Islas Vírgenes el 4-0 era más que evidente, la mejor defensa del planeta –la francesa-, un peoncito de regalo de Lettsome, y a ver el resto de los juegos luego de media hora aproximadamente.
Son las 10 de la mañana del 17 de Noviembre. Gilberto me dice que no voy a jugar. Desayuno. Me preparo para ir a la ronda. Encuentro al Ing. Ferríz en la parada del tram.
-Ingeniero, sigo esperando que me diga contra quien juego.
-No va a jugar Góngora.
Es el primer descanso del equipo, ¿cuál es la estrategia? No hay una respuesta clara, vamos contra un equipo débil en teoría –Korea del Sur-.
Los peores resultados hasta el momento son el de Rafael y el mío 1.5 de 4, pero si jugamos los dos tenemos la oportunidad de ganar e ir al descanso por lo menos con el 50% de los puntos todos los integrantes del equipo. Todos felices y contentos.
Esto si me afligió mucho porque no entendí y sigo sin hacerlo ¿Cuál fue la estrategia de competencia del equipo? No me quejo por no haber jugado, acato la decisión tomada, me quejo de que no haya una justificación clara y objetiva. Esto fue algo que discutí con Raúl, con el Ing. Ferríz y con Jesús Casillas (candidato a ser capitán del equipo varonil), meses antes de salir hacia Dresden. Soy de la opinión de que el puesto de Capitán debe concursarse con fundamento en un proyecto de trabajo, previo, durante y posterior a la competencia.
Cuando Raúl me instó a definir a quién prefería de capitán, me incliné por el Ing. Ferríz, es una persona a la que aprecio mucho y le admiro por su gran trayectoria dentro y fuera del ámbito ajedrecístico, pero su actuación como capitán del equipo me dejó muy mal sabor de boca.