Ante el rumor de que los GM clasificados al equipo olímpico no asistirían, alguien me dijo: -Ya estuve averiguando a donde puedo ir en los días libres si me tocara ir a la olimpiada-.
En Aguascalientes se acaba de realizar el selectivo estatal para Olimpiada Nacional y clasificaron algunas jovencitas que no tienen ninguna experiencia en competencias, clasificaron porque no hubo más competencia. Ante el exhorto de la asociación estatal para que se preparen, o no asistirán al torneo regional, la respuesta fue: ellas ya se ganaron el viaje.
Cuando quedé en quinto lugar del Campeonato Nacional Absoluto 2008 supe que me ganaba $6,000.00 pesos, pero no un viaje, sino un derecho, un compromiso para competir por mi país y me preparé en consecuencia -aunque no fue suficiente-. Desafortunadamente, tenemos la cultura de que “ganamos el viaje”, de que el esfuerzo termina cuando se gana el nacional. Una representación nacional no es un premio, es la culminación del trabajo y el éxito deportivo de un atleta, un compromiso que obliga a quien lo adquiere a esforzarse al límite de sus posibilidades.
Lo hice y estoy orgulloso de mi mismo, aunque inconforme con el resultado de la competencia, lo que me motiva a esforzarme aun más, porque –saben- me he propuesto jugar la próxima olimpiada en Khanty-Mansiysk, Rusia 2010.
En el avión de ida a Dresden, un comentario recurrente era “el día libre vamos a ir a…” ¿cómo es posible pensar en eso cuando ni hemos llegado y se tienen cinco días consecutivos de competencia por delante?
Después de comenzar la quinta ronda, como estaba prohibido a los jugadores que no estaban alineados permanecer en la sala de juegos, participé en un torneo de blitz, de los que se organizaban todos los días para el público en general, quedé segundo lugar y me gané un libro del GM Reynaldo Vera sobre la Variante Merano de la Defensa Semi-Eslava.
Después de la cena, tuve la oportunidad de convivir con Rafael, Gilberto y Yadira en un restaurante alemán, que se convirtió en el bunker del equipo para el relajamiento y la convivencia después de las competencias.
Durante mis primeros años de competencias ajedrecistas, había un grupo de jugadores de primerísima categoría que dominaban el panorama nacional -entre los que se encontraba Rafael-, que me daba la impresión de ser muy selecto, con el que no se podía convivir a menos que fuese invitado por alguno de ellos. A Gilberto lo vi por primera vez en el 1994 en un torneo en Tlaxcala, fue la única vez, después de eso se fue a Cuba, consiguió sus normas y título de Gran Maestro y no lo volví a ver en muchos años en México. Debo confesar que me caían mal –pensamiento típico mexicano: si la persona no es de tu mismo nivel, ha de ser un sangrón-. Lo cierto es que nunca hice ningún esfuerzo por acercarme ni buscar esa convivencia. Alguna vez me lo hizo notar, con razón, el AI Enrique Zaragoza, quien, por cierto, estuvo en Dresden encargado de los matches principales del torneo.
Descubrí que el problema de integración es mío, qué tanto Rafael, como Gilberto y Yadira son buenas personas como la mayoría, qué son alegres y discretos –en el decir de Don Quijote-. Qué, como todos, enfrentan la vida con entusiasmo y pasión. Me siento afortunado de haber compartido con todos los integrantes de la Delegación Mexicana y acompañantes esta magnífica experiencia.
El 18 de Noviembre me levanté tarde y me dirigí a la estación de trenes para ver si era posible viajar a Praga, no fue posible acoplarme con nadie porque todos habían salido antes. A las 11:10 había un tren. Dos horas y media después Praga, una ciudad realmente encantadora, caminé unas cinco horas desde el museo hasta el castillo, una breve estancia pero muy significativa. Cuando finalmente tome vacaciones y vaya a conocer Europa, volveré a Praga a disfrutar cada uno de sus incontables rincones. De regreso me encontré en el tren con Oscar, Ruben y las chicas que también habían ido a conocer.
En Aguascalientes se acaba de realizar el selectivo estatal para Olimpiada Nacional y clasificaron algunas jovencitas que no tienen ninguna experiencia en competencias, clasificaron porque no hubo más competencia. Ante el exhorto de la asociación estatal para que se preparen, o no asistirán al torneo regional, la respuesta fue: ellas ya se ganaron el viaje.
Cuando quedé en quinto lugar del Campeonato Nacional Absoluto 2008 supe que me ganaba $6,000.00 pesos, pero no un viaje, sino un derecho, un compromiso para competir por mi país y me preparé en consecuencia -aunque no fue suficiente-. Desafortunadamente, tenemos la cultura de que “ganamos el viaje”, de que el esfuerzo termina cuando se gana el nacional. Una representación nacional no es un premio, es la culminación del trabajo y el éxito deportivo de un atleta, un compromiso que obliga a quien lo adquiere a esforzarse al límite de sus posibilidades.
Lo hice y estoy orgulloso de mi mismo, aunque inconforme con el resultado de la competencia, lo que me motiva a esforzarme aun más, porque –saben- me he propuesto jugar la próxima olimpiada en Khanty-Mansiysk, Rusia 2010.
En el avión de ida a Dresden, un comentario recurrente era “el día libre vamos a ir a…” ¿cómo es posible pensar en eso cuando ni hemos llegado y se tienen cinco días consecutivos de competencia por delante?
Después de comenzar la quinta ronda, como estaba prohibido a los jugadores que no estaban alineados permanecer en la sala de juegos, participé en un torneo de blitz, de los que se organizaban todos los días para el público en general, quedé segundo lugar y me gané un libro del GM Reynaldo Vera sobre la Variante Merano de la Defensa Semi-Eslava.
Después de la cena, tuve la oportunidad de convivir con Rafael, Gilberto y Yadira en un restaurante alemán, que se convirtió en el bunker del equipo para el relajamiento y la convivencia después de las competencias.
Durante mis primeros años de competencias ajedrecistas, había un grupo de jugadores de primerísima categoría que dominaban el panorama nacional -entre los que se encontraba Rafael-, que me daba la impresión de ser muy selecto, con el que no se podía convivir a menos que fuese invitado por alguno de ellos. A Gilberto lo vi por primera vez en el 1994 en un torneo en Tlaxcala, fue la única vez, después de eso se fue a Cuba, consiguió sus normas y título de Gran Maestro y no lo volví a ver en muchos años en México. Debo confesar que me caían mal –pensamiento típico mexicano: si la persona no es de tu mismo nivel, ha de ser un sangrón-. Lo cierto es que nunca hice ningún esfuerzo por acercarme ni buscar esa convivencia. Alguna vez me lo hizo notar, con razón, el AI Enrique Zaragoza, quien, por cierto, estuvo en Dresden encargado de los matches principales del torneo.
Descubrí que el problema de integración es mío, qué tanto Rafael, como Gilberto y Yadira son buenas personas como la mayoría, qué son alegres y discretos –en el decir de Don Quijote-. Qué, como todos, enfrentan la vida con entusiasmo y pasión. Me siento afortunado de haber compartido con todos los integrantes de la Delegación Mexicana y acompañantes esta magnífica experiencia.
El 18 de Noviembre me levanté tarde y me dirigí a la estación de trenes para ver si era posible viajar a Praga, no fue posible acoplarme con nadie porque todos habían salido antes. A las 11:10 había un tren. Dos horas y media después Praga, una ciudad realmente encantadora, caminé unas cinco horas desde el museo hasta el castillo, una breve estancia pero muy significativa. Cuando finalmente tome vacaciones y vaya a conocer Europa, volveré a Praga a disfrutar cada uno de sus incontables rincones. De regreso me encontré en el tren con Oscar, Ruben y las chicas que también habían ido a conocer.
El museo
El reloj astronómico
Construcciones en la plaza
La entrada al puente
A las 5 de la tarde oscurece en Europa, por lo que el resto de las fotos ya no es posible mostrarlas.
1 comentario:
MI Gongora:
He leido detalladamente sus versiones de lo que paso en Dresden ademas de los comentarios de los lectores.
Hasta ahorita me he abstenido de decir algo en el caso suyo.
Primeramente lo felicito por calificar a este evento, creo que ya se dio cuenta que calificar es solo un etapa de las diversas que siguen. Usted a confesado que no iba mejor preparado y creo que con eso basta. Acepto lo que muchos no harian y lo felicito por aceptar que no iba mejor preparado.
Creo que con ello la caceria deberia de terminar.
Lo que mas admiro de lo que ha vivido es que dio la cara en su blog y sigue escribiendo, ademas lo admiro por publicar comentarios que no necesariamente lo elogiaban.
Creo que de esta experiencia aprendio mucho. Lei los comentarios de un lector que dijo que usted criticaba los resultados de ajedrecistas juveniles/infantiles y que espera que ahora aprendiera a no hacerlo porque le podria pasar a usted. Desconosco si en realidad usted a hecho esto pero seguramente cuidara de ello.
Por lo tanto lo admiro por dar la cara, por seguir publicando su blog, y por poner comentarios duros hacia su persona.
Respecto a platicarnos de detalles que pasaron en el equipo, creo que esto lo deberia reservar hasta que publique un libro siendo que es por lo que uno paga por una buena lectora.
Referente a los pagos que recibio creo que en este clima de inseguridad se deberia ser discreto.
Pero de alli en fuera no creo que ningun otro miembro del equipo varonil a dado su cara mediante su blog de lo que paso o no paso en Alemania, solo usted.
Siga adelante despues de haber aprendido de este incidente.
Saludos,
Lic. Abed Munoz Sanchez
www.chesscampeona.blogspot.com
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