Blog del Sitio Ajedrez por Aguascalientes

miércoles, 6 de febrero de 2008

Ajedrez de Jorge Luis Borges


Ajedrez

I

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola quiero compartir del poeta Abul Hasan Alí Al Masudi, autor de "Las praderas de oro", quien
nació en Bagdag a fines del siglo IX y murió en El Cairo el año 959, dijo:

"Un tablero cuadrado, cubierto
de un cuero rojo,
se coloca entre dos amigos
de una lealtad reconocida.
Se evoca un acto de guerra,
se ejecuta tan sólo un simulacro
sin recurrir
a la efusión de sangre.
Uno ataca; otro se defiende,
la lucha no languidece entre ellos.
Mirad que astuta estrategia:
los caballeros se deslizan
entre dos ejércitos
sin charangas ni estandartes."

Anónimo dijo...

El ajedrez apela a la inteligencia, a las ideas y a la previsión; la poesía,
a las metáforas, a la intuición y a la creatividad. También el poeta árabe
Al Katib, dijo:

"El hombre inteligente dispone
los trebejos de manera
que puede descubrir en su colocación,
las consecuencias que escapan
a la vista del ignorante.
Prevé los sucesivos desarrollos
con la mirada segura del sabio
bajo una frívola apariencia.
En esto sirve los intereses
del Sultán, demostrándole en el juego
la forma de prevenir un desastre.
Para el experimentado
la estrategia del tablero
iguala a la de la lanza
y a la de los escuadrones.

Anónimo dijo...

a poeta chiapaneca Rosario Castellanos, escribió el poema "Ajedrez", en el
que reflexiona:
"Porque éramos amigos y, a ratos, nos amábamos;
quizá para añadir otro interés
a los muchos que ya nos obligaban
decidimos jugar juegos de inteligencia.

Pusimos un tablero enfrente de nosotros:
Equitativo en piezas, en valores,
En posibilidad de movimientos.
Aprendimos las reglas, les juramos respeto
y empezó la partida.

Hemos aquí hace un siglo, sentados, meditando
encarnizadamente
cómo dar el zarpazo que aniquile
de modo inapelable y, para siempre, al otro."

M.I. Benjamín Góngora Montes dijo...

Gracias Elena por tus contribuciones. El material poético con el tema del ajedrez es abundante.

Seguiremos compartiéndolo con nuestros lectores.