El segundo día libre no me enteré que hicieron los compañeros de la delegación, yo me quedé en Dresden, fui a hacer algunas compras y a cumplir un encargo para un amigo.
Caminar en medio de la nevada en un lugar desconocido, rodeado de gente que no conoces, ni habla tu mismo idioma, es una experiencia excitante, tenía que encontrar una biblioteca en donde entregar un libro en donación. Primero me dirigí a la dirección que tenía y me encontré con la sorpresa de que no me recibieran la donación porque la biblioteca no tenía una sección de lenguas extranjeras así que me recomendaron ir a la Universidad, ¿En dónde está eso? En un inglés muy elemental, la chica que me atendió me dio las indicaciones, había que tomar tres Tram y desplazarme hasta una orilla de la ciudad.
El sistema de transporte local es una maravilla, los Tram, que es el tranvía moderno, mantienen un constante trabajo de 24 horas para atender las necesidades de la población de la ciudad, con una precisión impresionante en cuanto a los horarios y tiempos de traslado de un lugar a otro: a tal hora pasa por la estación X, faltan tantos minutos para que llegue, el viaje a tu destino es de tanto tiempo, tienes tantos minutos para cambiar de Tram si no, tendrás que esperar el siguiente que quizá esté programado dentro de 20 minutos, en medio del frio, no gracias, mejor me apresuro.
Así que después de tres Tram y cuarenta y cinco minutos, llegué a la Universidad, a la biblioteca en donde me atendió una señorita muy amable que entendió mi cometido y me ayudo en la medida de lo posible a completar mi misión. Ahora cuando vayan a Dresden a la biblioteca de la Universidad, pueden leer el libro la Teoría del Conocimiento del mexicano Francisco Jacobo Murillo López.
Fue una difícil decisión quién jugaría la última ronda frente a Túnez, Uriel o yo, un quebradero de cabeza para el capitán. Finalmente Uriel comentó que era indiferente a jugar o no la última partida yo dije que quería hacerlo, Laouini Sami con 2209 no debía causarle problemas a ninguno de los dos. La decisión fue que yo jugara.
Mi peón de dama fue contestado con una Defensa Nimzoindia, la que traté al estilo de Capablanca con Dc2 y Af4. Conseguí una posición bastante cómoda en la que, sin embargo, no conseguía hallar un plan efectivo, cuando finalmente creí encontrar algo claro, no fue más que una ilusión, tras el cambio de damas quedé en un final inferior que no pude prever. Ya todos habían terminado y ganado sus respectivas partidas, sólo faltaba yo, fue frustrante, fue la única vez en que me sentí mal conmigo mismo, ganamos 3 a 1.
Ese mismo día teníamos que emprender el viaje de regreso a México, por la noche, empaqué tres maletas súper pesadas, había llevado ropa de más y con los libros y ajedreces que compré era un exceso. Raúl nos pidió que lo apoyáramos trayendo con nosotros unos tableros electrónicos que se compraron para diferentes asociaciones, dos de los cuales eran para la de Aguascalientes, así que a nuestro ya abultado equipaje le agregamos otros cuantos kilos extra. Salimos del hotel cerca de las 7 de la noche y el tren a Frankfurt lo tomamos unos minutos antes de las 12. Teníamos que transbordar 2 veces antes de llegar, agradezco la ayuda prestada por el árbitro Enrique Zaragoza, sin la cual hubiera sido casi imposible mover todo el equipaje más los tableros electrónicos. Cubrimos a tiempo todo el itinerario hasta abordar el avión, de American Airlines que nos llevó a Dallas y luego uno de Mexicana para llegar a la Bellísima Ciudad de México, estábamos molidos, pero en casa. Yo necesité una semana para reponerme físicamente del viaje y el cambio de horario.
Terminé con 2.5 puntos de 8 posibles, perdiendo casi 15 puntos de Elo. Es un mal resultado. Aunque no si lo comparamos con el del GM Felgaer que hizo 2 de 9 y perdió casi 30 de Elo. Consuelo de tontos.
Fue una experiencia maravillosa, que repetiré con mejores resultados.
Hasta dentro de dos años.
Fin.
Caminar en medio de la nevada en un lugar desconocido, rodeado de gente que no conoces, ni habla tu mismo idioma, es una experiencia excitante, tenía que encontrar una biblioteca en donde entregar un libro en donación. Primero me dirigí a la dirección que tenía y me encontré con la sorpresa de que no me recibieran la donación porque la biblioteca no tenía una sección de lenguas extranjeras así que me recomendaron ir a la Universidad, ¿En dónde está eso? En un inglés muy elemental, la chica que me atendió me dio las indicaciones, había que tomar tres Tram y desplazarme hasta una orilla de la ciudad.
El sistema de transporte local es una maravilla, los Tram, que es el tranvía moderno, mantienen un constante trabajo de 24 horas para atender las necesidades de la población de la ciudad, con una precisión impresionante en cuanto a los horarios y tiempos de traslado de un lugar a otro: a tal hora pasa por la estación X, faltan tantos minutos para que llegue, el viaje a tu destino es de tanto tiempo, tienes tantos minutos para cambiar de Tram si no, tendrás que esperar el siguiente que quizá esté programado dentro de 20 minutos, en medio del frio, no gracias, mejor me apresuro.
Así que después de tres Tram y cuarenta y cinco minutos, llegué a la Universidad, a la biblioteca en donde me atendió una señorita muy amable que entendió mi cometido y me ayudo en la medida de lo posible a completar mi misión. Ahora cuando vayan a Dresden a la biblioteca de la Universidad, pueden leer el libro la Teoría del Conocimiento del mexicano Francisco Jacobo Murillo López.
Fue una difícil decisión quién jugaría la última ronda frente a Túnez, Uriel o yo, un quebradero de cabeza para el capitán. Finalmente Uriel comentó que era indiferente a jugar o no la última partida yo dije que quería hacerlo, Laouini Sami con 2209 no debía causarle problemas a ninguno de los dos. La decisión fue que yo jugara.
Mi peón de dama fue contestado con una Defensa Nimzoindia, la que traté al estilo de Capablanca con Dc2 y Af4. Conseguí una posición bastante cómoda en la que, sin embargo, no conseguía hallar un plan efectivo, cuando finalmente creí encontrar algo claro, no fue más que una ilusión, tras el cambio de damas quedé en un final inferior que no pude prever. Ya todos habían terminado y ganado sus respectivas partidas, sólo faltaba yo, fue frustrante, fue la única vez en que me sentí mal conmigo mismo, ganamos 3 a 1.
Ese mismo día teníamos que emprender el viaje de regreso a México, por la noche, empaqué tres maletas súper pesadas, había llevado ropa de más y con los libros y ajedreces que compré era un exceso. Raúl nos pidió que lo apoyáramos trayendo con nosotros unos tableros electrónicos que se compraron para diferentes asociaciones, dos de los cuales eran para la de Aguascalientes, así que a nuestro ya abultado equipaje le agregamos otros cuantos kilos extra. Salimos del hotel cerca de las 7 de la noche y el tren a Frankfurt lo tomamos unos minutos antes de las 12. Teníamos que transbordar 2 veces antes de llegar, agradezco la ayuda prestada por el árbitro Enrique Zaragoza, sin la cual hubiera sido casi imposible mover todo el equipaje más los tableros electrónicos. Cubrimos a tiempo todo el itinerario hasta abordar el avión, de American Airlines que nos llevó a Dallas y luego uno de Mexicana para llegar a la Bellísima Ciudad de México, estábamos molidos, pero en casa. Yo necesité una semana para reponerme físicamente del viaje y el cambio de horario.
Terminé con 2.5 puntos de 8 posibles, perdiendo casi 15 puntos de Elo. Es un mal resultado. Aunque no si lo comparamos con el del GM Felgaer que hizo 2 de 9 y perdió casi 30 de Elo. Consuelo de tontos.
Fue una experiencia maravillosa, que repetiré con mejores resultados.
Hasta dentro de dos años.
Fin.
Caminé a tu lado por la orilla del Elba, gozaba de cada uno de tus movimientos, la Luna llena de Noviembre iluminaba nuestros pasos, curioso destino, la noche más romántica de mi vida y ni tus ojos, ni tu corazón me miraron...
5 comentarios:
Sr. Benjamín por favor supere el trauma de Alemania tiene ya 2 meses de esto por favor escriba cosas de interés no comentarios tontos, aunque soy sólo una persona le comento que si sigue así voy a dejar de ver y leer la página de AXA, y asi como yo hya mucha gente.Sludos cordiales y ojala cambien las cosas en México y cada persona lo debe hacer y usted deberia de empezar por aqui.
Buen día.
Que orgullo tener un libro del Maestro Murillo, en tierras alemanas.
En verdad resulta muy interesante conocer sobre lo que pasó con la delegación mexicana en la pasada Olimpiada fuera del tablero, ya que el acceso a esta información no está tan a la mano como las partidas, y no por ello los aconteceres sobre las decisiones del capitán, la convivencia con los demás jugadores (nacionales y extranjeros) y las reacciones después de las partidas pierden importancia.
Sin embargo, considero que haber obtenido esta información día con día a la par en que terminaban las jornadas en Dresden hubiera resultado de mayor utilidad para quienes estuvimos interesados por nuestro equipo desde México.
Creo que en alguna ocasión alguien le comentó sobre si comentaría lo que pasara en la Olimpiada desde Dresde, a lo cual usted contestó que sí (cosa que no hizo). De cualquier manera entiendo que haya tenido otras prioridades como analizar sus partidas y concentrarse para el juego siguiente.
Lo felicito por el que creo que ha sido su mayor logro ajedrecístico y espero que siga cosechando más como fruto de un trabajo día con día; para que en alguna futura Olimpiada (o cualquier torneo donde represente a México) sus resultados no sean malos como lo fueron en Alemania.
Gracias y un saludo.
Ojalá en las páginas de ajedrez, publicaran material de ajedrez y no anécdotas de todo mundo.
Qué nivel tendremos en México, para que alguien asegure que va a ir a la siguiente olimpiada.
-Hasta dentro de dos años
Hace poco mas de dos años, conocí al MI Benjamin Góngora, estuvo acá en Cd. Obregón, para darnos unas clases de ajedrez.
Al terminar las clases tuvo la gentileza de ofrecernos a los presentes unas simultáneas. Para mi fue motivo de satisfacción participar, ya que siempre es estimulante jugar contra un MI.
Al terminar, le pregunte de cómo era la forma para seleccionar al equipo mexicano que participara en la olimpiada.
Después de darme una explicación muy detallada al final declaró:
-Yo voy a ir a la próxima olimpiada, seré uno de los seleccionados del equipo mexicano
Voy a ser franco, en aquel momento no me imagine que sus palabras serian una profecía, pero vemos hoy que esta olimpiada de Dresden es parte de su capital humano.
Ahora el MI Benjamin Góngora hace una nueva declaración:
-Hasta dentro de dos años.
No puedo otra cosa, sino en base a la experiencia, sospechar que nuevamente lo lograra.
Felictaciones MI Benjamin Gongora, JSE
"Solo hay algo que se le puede recriminar a un hombre, el abandono de sus sueños"
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