La vida se parece tanto al ajedrez que en ocasiones no se distingue la diferencia. Del mismo modo en que un hombre se enamora de una bella mujer -todas lo son-, el jugador de ajedrez concibe su mundo en un sólo espacio y tiempo delante del tablero y las piezas. Cuando el hombre no deja de pensar en los ojos claros de la amada, el ajedrecista repasa una y otra vez las variantes de su mejor partida. Mientras el hombre piensa en el matrimonio, una familia feliz y la vejez al lado del ser amado, el ajedrecista concibe toda una serie de planes, estrategias y combinaciones para los juegos que han de venir. Cuando ese hombre es el ajedrecista, todo es caos.
“El Ajedrez es una hermosa amante a la que volvemos una y otra vez, sin que nos importe las muchas veces que nos rechaza.” Bent Larsen
“El ajedrez, como el amor, como la música, tiene la virtud de hacer feliz al hombre”
Dr. Siegbert Tarrasch... o terriblemente desdichado.
“El Ajedrez es una hermosa amante a la que volvemos una y otra vez, sin que nos importe las muchas veces que nos rechaza.” Bent Larsen
“El ajedrez, como el amor, como la música, tiene la virtud de hacer feliz al hombre”
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4 comentarios:
Muy buen artículo y bien expresado. Tal vez le interese EL ARTE DE LA VENTAJA, libro virtual para descargar en
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Manual práctico para sobrevivir con astucia en el mundo. Lo que te han contado no es suficiente para triunfar: los conocimientos de este libro se aplican de forma inmediata con resultados excelentes.
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Un saludo
Excelente Comentario
Saludos
Y ese artículo, se nota la inspiración salida del corazón... saludos
Cuando el corazón se activa de ésta manera tan especial, el hombre es capaz de conquistar el infinito.
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